Si has leído Una promesa de juventud, posiblemente hayas identificado menciones a algunos personajes ilustres suizos. No sé si los conoces a todos, pero me apetecía aprovechar este artículo para contarte un poquito más sobre ellos. ¿Me acompañas?
1. Henri Guisan
Quizás uno de los más recurrentes en el libro, por cuestiones obvias. Y es que, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea Federal suiza lo nombró General del Ejército Suizo. Es decir, el máximo dirigente de las fuerzas armadas de la Confederación. Esto no era algo común, pues solo ha habido tres ocasiones más en las que el país se ha visto obligado a nombrar un líder para su hueste. Con una extensa carrera militar a la altura de 1939, Guisan – nacido en el cantón de Vaud en 1874 – se convirtió en uno de los emblemas de la defensa suiza y uno de sus soldados más famosos. Sus discursos – sobre todo el que pronunció en la mítica pradera de Rutli el 25 de julio de 1940– forman parte de la Historia reciente de la Confederación. Así, si vas por Suiza, no es extraño que te topes con calles o monumentos en su honor.

Henri Guisan_Alchetron.com
2. Johanna Spyri
Aunque quizás te suene la serie de dibujos animados de factoría japonesa, Heidi es, en realidad, una novela escrita por Johanna Spyri. Esta autora suiza, nacida en Hirzel en 1827, inició su carrera literaria de forma tardía, pero esta obra – basada en sus propias vivencias de niña – alcanzó una gran popularidad en su tiempo. El origen de las aventuras de Heidi fueron una serie de historias que contaba a su hijo. En ellas, rememoraba lo que ella misma vivió en su infancia, en los Alpes, y lo mucho que extrañó su hogar cuando tuvo que mudarse a la gran ciudad, a Zúrich. Al final, fueron dieciséis volúmenes que tuvieron tanto éxito que hasta la propia Spyri trató de huir de él. Desde el año de su publicación, en 1881, esta novela ha sido adaptada a la pequeña y la gran pantalla, así como al teatro.

Johanna Spyri_Zentralbibliothek Zürich
3. Guillermo Tell
Este es un caso un tanto especial. Y es que no hay certeza de que Guillermo Tell existiera, pero no podía obviarlo dada su conexión con el imaginario del origen de la Confederación. Las leyendas pueden tener algo de verdad ¿no? Bien, técnicamente, Tell es considerado el héroe de la independencia suiza. El motivo es que, allá por el siglo XIV, este hábil ballestero provocó la furia del gobernador Gessler. Estamos en un momento de creciente lucha de los helvéticos por conseguir desligarse del Sacro Imperio. Así, Gessler ordenó a Tell que atravesara, con una flecha, una manzana colocada sobre la cabeza de su propio hijo. Lo consiguió, pero fue encarcelado. Su huida y rebelión empujó a los suizos a seguirlo. Según cuentan, un paso definitivo para conseguir su anhelada autonomía. Si es ficción o realidad nunca lo sabremos…

Guillermo Tell_Biografías y vidas
4. Elisabeth Feller
Era imposible pasar por alto la mención a Elisabeth Feller, una ilustre vecina de Horgen que destacó en el mundo empresarial a mediados del siglo XX. Adolf Feller, su padre, era el dueño de una fábrica dedicada a los materiales de instalación eléctrica. En 1931, fallece de forma inesperada, así que la joven Elisabeth, su hija de solo 21 años, debe hacerse cargo de la firma familiar y abandonar sus estudios. Pese a su falta de experiencia y juventud, logró sacar el negocio adelante, en medio de los coletazos de la crisis del 29 y de la Segunda Guerra Mundial. Su éxito profesional la llevó a defender enérgicamente el sufragio femenino en Suiza y a ser la primera mujer presidenta – de habla no inglesa – de la Federación Nacional de Mujeres Profesionales y Empresarias, en 1959. Involucrada en numerosas causas humanitarias, en los años 60, consiguió que la firma Feller destacara por su alta innovación en la elaboración de componentes eléctricos, así como por el buen trato dispensado a sus empleados.

Elisabeth Feller_Feller.ch
5. Jean Jacques Rousseau
Es posible que, de toda la lista, este sea el personaje suizo que más familiar te resulte. Y es que, este filósofo ginebrino está considerado, junto a Voltaire y Montesquieu, uno de los grandes pensadores de la Ilustración francesa. Sí, retrocedemos al siglo XVIII para conocerlo un poquito más. Rousseau fue uno de esos hombres que van un paso por delante de la época que le toca vivir. De hecho, sus ideas y su cuestionamiento de las estructuras políticas y sociales existentes – El contrato social (1762) – fueron un antecedente necesario para el estallido de la Revolución Francesa (1789). Quizás te extrañe que, siendo suizo, Rousseau haya pasado a la Historia como pieza fundamental en el Siglo de las Luces francés. El motivo es que, desde 1742 – por entonces tenía treinta años -, se instaló en París, donde desarrolló la mayor parte de su obra, colaboró en la Enciclopedia de Diderot y D’Alambert y ganó el premio de la Academia de Dijon. Con una relación un tanto complicada con Voltaire y, al final, con David Hume, influyó de forma decisiva en la filosofía de principios del siglo XIX, el romanticismo y el nacimiento de la pedagogía moderna – Emilio (1762)-.

Jean Jacques Rousseau_Wikipedia
6. Olga Meyer
Nacida en Zúrich en 1889, Olga Meyer se convirtió en una de las escritoras más exitosas del siglo XX en su país gracias a la trilogía de literatura infantil Anneli. El primer libro salió a la luz en 1919. En aquel momento, Meyer había estado trabajando como profesora en varias escuelas de la zona de Horgen. Las líneas de esa primera obra contaban los recuerdos de infancia de su madre, historietas que solía relatar a sus alumnos y que, entonces, se decidió a redactar. Un compañero suyo cogió las hojas sin avisar y las presentó a la Asociación de Bibliotecarios Escolares de Zúrich, quienes publicaron ese primer tomo un año antes de que la editorial Rascher decidiera apostar por él. El libro tuvo éxito tanto en Suiza como en Alemania y pronto se convirtió en lectura habitual en los colegios. Además de su faceta literaria y pedagógica, Olga Meyer ejerció el periodismo, escribió obras de teatro y colaboró en la radio de forma habitual.

Olga Meyer_Wikipedia
7. Johann Heinrich Pestalozzi
De origen zuriqués y humilde, Pestalozzi fue un famoso pedagogo suizo que vivió entre 1746 y 1827. Es uno de esos nombres que no pueden pasarse por alto si se habla de Historia de la Educación. Fue reformista desde su juventud y criticó duramente la corrupción política de su tiempo. Aunque inició diversos proyectos educativos sin éxito, en 1797, salió a la luz su obra más conocida: Mi investigación sobre el curso de la naturaleza en el desarrollo del género humano. Su pensamiento estuvo influenciado, entre otros, por el de su paisano Rousseau y, en concreto, por su obra Emilio. Finalmente, Pestalozzi terminó por incidir en el desarrollo y modernización de la pedagogía a lo largo del siglo XIX. De hecho, está considerado como el padre de la pedagogía moderna. Una de las bases de su aportación era ver la educación como una forma de mejorar la sociedad. Esta debía de ser integral y promover la iniciativa del propio niño. Su lema era: “aprender con la cabeza, la mano y el corazón”. Dirigió diversas escuelas reformistas siendo la más notable la de Yverdon, además de escribir numerosas obras que versaban sobre su especialidad.

Johann Heinrich Pestalozzi_Wikipedia